La Semana 17 de la NFL trajo consigo grandes movimientos en la famosa “Montaña de Mahomes”, un concepto creado para evaluar a los mariscales de campo más destacados de la liga. Este fin de semana, algunos quarterbacks lograron ascender, mientras que otros cayeron, reflejando sus desempeños en la cancha.
Uno de los movimientos más notables fue el deslizamiento de Josh Allen. A pesar de las expectativas y su habilidad, Allen tuvo una actuación por debajo de lo esperado, especialmente en su partido contra los Patriots. Aunque el desempeño general fue decente, el crucial error de interceptar un pase en la zona de anotación hizo que su posición en la montaña fuera afectada. En un momento de alta presión, esa jugada le costó más de lo que pensó, deslizándose fuera del top.
Por otro lado, Sam Darnold subió considerablemente en la montaña gracias a su reciente rendimiento. Aunque muchos no creían en él al inicio de la temporada, ha mostrado consistencia, y con una victoria importante en la semana 17, ha dejado claro que no se debe subestimar. Darnold ha sido clave en la ofensiva de su equipo, y su capacidad para liderar en momentos decisivos le ha ganado el respeto de muchos.
En la cima de la montaña, Patrick Mahomes sigue demostrando por qué es considerado uno de los mejores quarterbacks de la liga. Con su habilidad para hacer jugadas improvisadas y llevar a su equipo a la victoria, Mahomes continúa dominando el ranking, a pesar de las presiones y las lesiones. Este fin de semana, con una actuación sólida, reafirmó su lugar en la cima.
Por último, otros quarterbacks como Jalen Hurts y Joe Burrow también siguen mostrando un nivel impresionante. Hurts, en particular, sigue siendo un líder para su equipo, y Burrow ha sido crucial para mantener a los Bengals en la lucha por los playoffs.
En resumen, la Semana 17 dejó claro que la lucha por la cima de la Montaña de Mahomes es más intensa que nunca, con algunos quarterbacks deslizándose hacia abajo y otros subiendo con fuerza. La competencia está más apretada que nunca, y cada juego se vuelve crucial para definir quién se mantendrá en la cima.